viernes, abril 16

Nada como un buen concierto, ropa linda y una nueva perspectiva

Hace unos días no me sentía nada bien. Hoy las cosas pintan un poco mejor. La semana pasada fui al concierto de Franz Ferdinand y qué puedo decir... Alex Kapranos, el vocalista, está guapísimo. Bueno, quizá no lo sea tanto, pero es super atractivo.

Recorde cómo me comenzó a gustar su música. Todo empezó leyendo mi Harpers Bazaar. En una editorial, varias bandas se tomaron fotos con los modelitos más in del momento. Mis queridos británicos lo hicieron vestidos de Chanel y en una especie de intervención o performance... Luego, leí que Karl Lagerlfeld usó su música para sus pasarelas, y dije, si este genio los eligió deben de ser talentosos. La cereza del pastel fue que también a Kate Moss le encantaban, y aunque esta mujer es una drogadicta, no puedo negar su buen gusto.




Además del concierto hoy tuve una cita importante. Estaba medio nerviosa, pero me puse un outfit con el que me sentía super bien, así que la confianza vino de forma natural y creo que me ayudó bastante... Espero recibir buenas noticias en los próximos días...

En fin, estar con personas que quiero y que me quieren me ha hecho recargar pilas. Tengo mi curso de Ikebana y algunas próximas parties, así que mis problemas laborales se están esfumando en una ola de felicidad expansiva, que me hace pensar que las pequeñas cosas y lo que he aguantado en realidad me ha traido cosas buenas... Si el trabajo es pesado algunas veces, bien que mal me dio el varo para ver a Kapranos brincar por el Auditorio Nacional, con sus bellísimos zapatos de charol negro y su fleco rubio, y también para armar mi atuendo lindo...

A ver que pasa, como dice mi teacher de budismo: Karma bueno, karma malo, quien sabe...

Mientras, Walk Away

No hay comentarios:

Publicar un comentario