miércoles, abril 28

Quiero un novio, pero esta no es la forma...

Miércoles, mitad de semana, nada como un look casual para la oficina. Así, elegí algo sencillo: jeans DKNY, balerinas Kenneth Cole, cardigan de Zara y una blusa de algodón de GAP. Con el cabello seco y debidamente planchadito, salí como siempre en busca de un taxi que me llevara a la estación de Metro más cercana.

El vigilante del edificio me saluda, como siempre sin verme a los ojos. Ya estoy acostumbrada, pero hoy hasta me deseó un buen día. Raro, pero se le agraceció. En la primera calle un tipo en su carro me mira, como si me conociera... Chance y me confundió, me dije. Llegué a la segunda esquina y una treintona me examina sin la mínima discreción... Sí, la verdad me veo bien, pero ya es mucho ¿no?..

Espero mi taxi, junto a otras personas. Al divisar el primero, un trajeado alza el brazo, le sigo yo y al mismo tiempo una mujer mayor, pero el vochito se estaciona junto a mí... Reacción: Que padre, hoy si llego tempra!

Al entrar, me miro en el espejo cual estrella de cine, acomodando mi cabello, pues, al parecer, mi look me había traido buena suerte... Ingenua! traía la blusa desabrochada en el sitio más incoveniente...

Más atención para la próxima... Mientras, se agradece cuando otras personas son exhibicionistas como yo:

En la Semifinal de la Champions entre el Inter y Barcelona...





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