martes, noviembre 30

Enamorada del amor

Cuándo era yo una universitaria, en una de mis clases preferidas (Teorías de la comunicación I) un maestro nos narró el mito de Platón sobre la comunicación. A grandes rasgos, Platón describía al lenguaje como una herramienta de encuentro, como un medio para una búsqueda, para establecer contacto.

Ya no lo recuerdo bien, y quizá mancille la historia original con mis proyecciones románticas, pero creo que va así... En tiempos remotos (o sea muy lejanos), los dioses del Olimpo (a quienes me imagino en vestidos drapeados muy al estilo Versace y Valentino) se compadecieron de los habitantes de nuestro mundo. Eran seres muy parecidos a los humanos, sólo que eran parejas unidas por la espalda. Aunque constituían una sola unidad, cada uno poseía alma y pensamientos propios.

Abrumados por las diferencias que vivían estos seres, ante la falta de acuerdos y la lucha de egos, los dioses decidieron separarlos. "En un acto de benevolencia", recitaba mi profesor adjunto, los dioses del Olimpo lanzaron rayos para "despegarlos". Los relampagos eran tan fuertes, que cada uno de los seres caía en lugares opuestos, de sur a norte, o de este a oeste.

Entonces, los hombres ya separados se dieron cuenta que necesitana a su otra parte, a su complemento. Así nació el lenguaje, como una forma de encontrar a aquella mitad perdida en el mundo. (suspiro)

Me encantaría que esta narración fuera verdad; es más, creo que en mi se aplica. No tengo problemas con los hombres mexicanos. Es más, conozco algunos que son lindísimos, súper inteligentes, agradables, simpáticos y muy educados. Sin embargo, parece ser que mi mitad no cayó cerca de aquí, en territorio nacional. No es que sea malinchista, pero ¿por qué nunca logro nada sentimental con ellos?

En mi viaje a Europa (otra vez, juro que no quiero presumir), conocí a alguien, a quien por lo menos le parecí interesante y atractiva, en sólo una semana de estar por allá. ¿Pero qué pasa con los mexicanos? Yo aquí llevó toda mi vida.

Aunque no tengo una larga lista de experiencias, de un tiempo para acá ya me tocaron los que quieren olvidar a su novia, pero no lo consiguen; los que quieren seguir solteros, pero también quieren una chica para sus compromisos familiares y sociales; el viejo que se quiere sentir joven; el codo que quiere date pero te invita al cine en miércoles de 2x1. ¡¡Me chocan!! ¿Por qué no puedo encontrame a alguien normal, que quiera salir conmigo y ya?

Yo pienso firmemente en que Platón tenía razón. Mi otra parte debe andar en Londres, o en París. En mi primer viaje lo intenté encontrar pero fue muy poco tiempo. Quizá tengo que aprender más idiomas, para explorar nuevas tierras en su búsqueda... No sé, quizás exagero y lo tengo en mis narices...

Lo cierto es que en este invierno, si me gustaría tener a quien abrazar en epoca de frío :(

Y para musicalizar mi "drama-existencial-amoroso-y-cursi" algo de Train

No hay comentarios:

Publicar un comentario